El ser humano cuenta con un sistema endocannabinoide, el cual nos permite producir cannabinoides para ajustar funciones regulatorias en los demás sistemas del cuerpo.
Este artículo tiene la intención de presentar a uno de los cannabinoides producido por el cuerpo humano (sin el uso de cannabis u otra planta), que fue bautizada como Anandamida o su nombre más largo y complejo: Araquid Monoetanolamida, o en su defecto utilizaremos su abreviación AEA.
La anandamida fue descubierta a principio de los 90s por el químico checo Lumir Ondřej Hanuš y el farmacéutico estadounidense William Anthony Devane en el laboratorio de Raphael Mechoulam en la universidad de Jerusalén (el laboratorio de quien "descubrió" el THC).
Su descubrimiento consistió en una molécula cuyos efectos más tarde se comprobaron, tenían una importante participación en la concreción de la memoria y en la generación de sensaciones tales como la del hambre, los patrones del sueño, y el alivio del dolor (lo cual está implicado al circuito de recompensa).
Los efectos de la AEA pueden desarrollarse en el sistema nervioso central o en partes del sistema nervioso periférico en diversas regiones del cuerpo, produciendo sensaciones placenteras que generan paz y tranquilidad, y es aquí donde llegamos a la razón por la que fue llamada Anandamida, pues es que "Ananda" es una palabra proveniente del antiguo idioma sánscrito cuyas transliteraciones más acertadas serían: beatitud interior, o portador de paz y felicidad interna.
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De acuerdo a lo escrito sobre la historia del Buddha Siddharta Gotama en el Canon Pali (los textos canónicos de las enseñanzas más antiguas del Buddha), el iluminado tenía un asistente personal y amigo fiel, quien lo acompañaba a dónde él fuera, su nombre era Ananda, un bhikkhu (monje budista) cuyas características principales de personalidad eran una muestra constante de amor, compasión y gratitud hacia todos los seres vivos; una lealtad inigualable hacia los suyos y una capacidad de memorizar largos discursos y textos con facilidad.
Curiosamente, Ananda en varias ocasiones le hizo saber al Buddha que a pesar de sostener una práctica constante en la meditación vipassana (o satipatthana, la técnica de meditación que descubrió Buddha, cuya practica diligente acerca al meditador a ver la realidad tal como es, sin ignorancia ni deseo), sentía que su progreso no era suficiente para iluminarse pronto, sin embargo lo logró tiempo después de que el Buddha dejara la Tierra.
Como sea, incluso sin ser Ananda el mejor meditador de entre los bhikkhus, su presencia generaba paz y felicidad a quienes tenían acercamiento a él.
La anandamida también puede obtenerse de otras fuentes naturales, tales como el cacao, en especial de la cocoa, el chocolate y la trufa negra (un hongo europeo), y al parecer la práctica de ejercicios de meditación o la actividad física también la generan (esto último es sólo una suposición pues no hay ninguna evidencia sólida que lo compruebe).
También algunos estudios realizados parecen demostrar claramente que la anandamida juega un papel importante en la implantación del embrión humano , durante sus primeros estadios en forma de blastocisto, en el útero. Por consiguiente, al tener una actividad sustitutiva o suplantadora, (es decir consumir otros cannabinoides diferentes a la anandamida, que puedan ocupar el lugar de esta), como el delta2-THC pueden interferir negativamente en la fertilidad durante las primeras etapas de la preñez humana.
Que la anandamida traiga paz y felicidad a sus vidas.
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